Las turbulencias en el ámbito bancario no han perjudicado al estado anímico de la primera economía europea, donde tanto los consumidores como las compañías aseguran en distintas encuestas recientes encarar la primavera con buena predisposición. La confianza del consumidor alemán mejora por sexto mes consecutivo; el índice Ifo de confianza empresarial ha registrado asimismo su quinto aumento seguido y los analistas creen que el dato del PIB del primer trimestre no va a ser tan malo como se pensaba a inicios de año. Mas el desasosiego que genera la caída del Silicon Valley Bank y su onda expansiva no remite, y los economistas desean saber qué consecuencias podría tener en la primera economía del euro. “Una crisis bancaria sumiría a Alemania en la recesión este mismo año”, concluye un análisis del Instituto de la Economía Alemania (IW).
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