Sujara Thakore no sabe cuántos años tiene, así que ignora a qué edad exactamente la casaron con un hombre desalmado. Fue poco tras la primera regla, y ella calcula que tendría trece o catorce años, conforme cuenta sentada en un sillón de la casa de Bangalore donde vive, en la India. Empezó entonces un infierno de violencia y abusos del que consiguió salvarse, huyendo, a pesar de muchos obstáculos. Jamás quiso volver a casarse. Hoy, cuatro décadas después, es una mujer serena que cultiva el sueño de construirse una casa en una mínima parcela de nueve por 12 metros que se ha comprado con los ahorros amontonados con su trabajo y, desde hace cierto tiempo, con su pequeño negocio de venta de mermeladas caseras.
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