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Una nueva forma de tráfico convierte a la gente en estafadores

(TusMedios) – Se trata de una forma de tráfico de personas con un toque de alta tecnología: hombres y mujeres jóvenes que responden a una oferta de trabajo y terminan obligados a realizar estafas de amor e inversión en línea. Voice of America se centra en un supuesto caso que involucra a Malasia y Laos. La Organización Humanitaria Internacional de Malasia afirma que se cree que unos 700 ciudadanos están retenidos en estos centros de estafa en línea en Laos, y sometidos a tortura mental y física. Las acusaciones se basan en los relatos de personas que, al parecer, consiguieron escapar y de otras que siguen atrapadas pero que han podido comunicarse por teléfono y texto. Dicen que fueron a Laos con la expectativa de conseguir un trabajo en informática o en un casino y acabaron retenidos en un recinto vallado y vigilado.

Como explica AP, “los trabajadores son entonces sometidos al aislamiento y a la amenaza de violencia a menos que consigan engañar a las víctimas contactadas por teléfono para que transfieran los pagos a cuentas bancarias en el extranjero” Más concretamente, “si no quieren trabajar, serán golpeados. … Algunos de ellos [han] sido electrocutados … con descargas eléctricas”, dijo un representante de la Organización Humanitaria Internacional de Malasia. Dice que en algunos casos, además de obligar a las víctimas a realizar las estafas, los captores exigen cuantiosos rescates a sus familias. Cree que al menos la mitad de ellos están retenidos dentro de la Zona Económica Especial del Triángulo de Oro de Malasia, “un supuesto foco de delincuencia organizada transnacional durante años” que limita con Myanmar y Tailandia.

De hecho, la VOA señala que esto “pone de relieve lo que las Naciones Unidas y otros describen como una marea creciente de hombres y mujeres jóvenes que son atraídos -y atrapados- en brutales operaciones de estafa en línea en toda la región del Mekong, en el sudeste asiático” La AP comparte la historia de un hombre malasio de 30 años al que un malasio del que se hizo amigo en WeChat le ofreció un trabajo de 1.300 dólares al mes. Voló a Tailandia para comenzarlo, sólo para ser llevado al otro lado de la frontera a un complejo de Myanmar donde fue obligado a trabajar 15 horas diarias reclutando a otros para la operación. Consiguió salir de allí después de que su familia pagara un rescate de 40.000 ringgit (8.760 dólares), y afirma que otros 200 malasios fueron retenidos en el mismo complejo. En los últimos meses, el gobierno malasio ha intensificado los esfuerzos para rescatar a los atrapados en el extranjero. (Lea más historias de Malasia)

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