El ajo es uno de los ingredientes más empleados dentro de la dieta mediterránea, entero, laminado, crudo o cocinado es parte de sofritos, guisos y ensaladas. Y es que incluirlo en la comida, cena o desayuno no puede tener más que beneficios ya que sus efectos positivos son innumerables: robustece la inmunidad, funciona como un antinflamatorio y mejora la salud cardiovascular, entre otros.
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