¿Es una maldición, mala suerte, una disculpa…? La Marina de guerra rusa, más allá de las pérdidas que está padeciendo en el enfrentamiento con Ucrania, lleva años intentando poner a flote su único portaviones, el Almirante Kuznetsov, que entró en servicio en 1991 y que ha tenido una vida lastrada por abundantes percances. El mayor navío de la flota volvía a sufrir el pasado mes de junio otro retraso en el proceso de revisión y reparación, por lo que no volvería a entrar en escena hasta el año dos mil veinticuatro como prontísimo, conforme ha informado la agencia rusa TASS.
Almirante Kuznetsov…