“Y volaremos nuevamente”. El retorno de los dirigibles, los aparatos voladores más grandes jamás construidos, da para una buena cantidad de lemas épicos. El citado es de LTA Research, una compañía estadounidense financiada por uno de los fundadores de Google que desea poner en el cielo su zepelín de nueva generación este año. Mas no es la única. Múltiples proyectos alrededor del planeta llegan a su fase de pruebas de vuelo, incluidos dos que recorrerían los cielos españoles. Han pasado más de ochenta y cinco años del desastre del Hindenburg y la humanidad está ya lista para regresar a procurarlo.
La idea de los zepelines ha vuelto a la vida por su potencial de ser un medio de transporte más ecológico y energéticamente eficaz que las presentes alternativas aéreas. Jamás van a ir tan rápido como un avión, pero sí pueden quedarse suspendidos en un mismo punto como un helicóptero a la vez que transportan cargas de múltiples toneladas. Es algo así como llevar un trasatlántico a los cielos. “Un dirigible es algo intermedio entre la carga marítima y la carga aérea”, explican desde LTA.
Los nuevos titanes no…