Este lunes se cumplieron 52 días desde el instante en que el banco regional Silicon Valley Bank anunciara su quiebra y se llevara consigo a Signature Bank, otra entidad estadounidense, y, jornadas más tarde, a Credit Suisse, su víctima en el Viejo contiente. Tras perder la práctica totalidad de su valor bursátil, First Republic Bank se convirtió en la tercera liquidación americana y, a pesar de ello, Wall Street digirió bien este nuevo mal trago, que volvía a suscitar dudas sobre la estabilidad de su sector bancario, e incluso acumulaba ganancias durante la jornada que lo aproximaban a máximos del ejercicio.
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