Yolanda Díaz (Fene, A Coruña, cincuenta y dos años) recita el periplo que le espera en apenas unas horas cuando acabe esta entrevista: “Vigo, Vitoria, después Gijón, vuelvo a la capital española y Pamplona”. La campaña, muy polarizada mediáticamente en torno a Sánchez y Feijóo, es un reto para los asociados imprescindibles de un nuevo Gobierno de coalición progresista. La novedad de esta convocatoria electoral es la naturalidad con la que tanto el líder del Partido Socialista como la líder de Sumar afirman que gobernarán juntos, si los números dan. Una admisión de la realidad parlamentaria que les deja, a la vez, apuntar a la alianza de enfrente, la de Feijóo con la extrema derecha de Abascal. Díaz viene de la difícil gestación y parto de Sumar, que ralentizó su entrada en la batalla, y ahora combina el reconocimiento a Sánchez con la reivindicación de una trayectoria y un programa con más ambición de nuevos derechos que los socialistas.
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